Resumen

En este documento se hace una definición de globalización se sintetiza las afectaciones tanto positivas como negativas que trae y puede traer a los territorios, especialmente a los subdesarrollados. También se analiza la incidencia de la globalización en el desarrollo de las naciones y la forma en que se planeó en los últimos 30 años. Por último se realiza una sintesis del impacto que ha generado el coronavirus en la economía mundial globalizada, sobre todo en aquellos paises, llamados de la periferia, dependientes las ventajas comparativas.

Palabras clave: Globalización, territorio, desarrollo, coronavirus, economía.

IMPACTO DE LA GLOBALIZACIÓN EN LOS TERRITORIOS Y EL DESARROLLO DE LAS NACIONES SUBDESARROLLADAS

GLOBALIZACIÓN

La globalización puede entenderse como el proceso de integración económica, cultural y política de todas (o la gran mayoría de) las naciones del mundo. Un proceso que inicia, según algunos autores, en siglo XV con la expansión del imperio español hacia las tierras americanas, se acelera dramáticamente en algunas décadas del siglo XX, sobre todo las últimas con la influencia de la ideología neoliberal de los países hegemónicos, y continúa por estos días un poco revuelta por la afluencia de distintas corrientes ideológicas, ambientalistas, sociales, etc., que debaten y se mueven, a favor y en contra, alrededor de los resultados que ha tenido el sistema global.

(Garay S, 1997) lo describe como un proceso dialéctico (como tema de estudio desde diferentes áreas), contradictorio (para algunos territorios lleva resultados completamente contrarios a los esperados desde el punto de vista del desarrollo), desigual (solo los países preparados desde el conocimiento cosechan su fruto), heterogéneo (mezcla a todas las sociedades, culturas, religiones, naciones, etc.), discontinuo (se ve acelerado o desacelerado dependiendo de etapas de coyuntura mundial), asíncrono de naturaleza estructural de largo plazo que se desarrolla bajo el papel catalizador del(os) país(es) «eje-centro de gravedad» (son solo algunos países dominantes los que “sugieren” las reglas de juego de la globalización) del sistema en su conjunto y se reproduce en las diferentes esferas de acción, expresión, reflexión y comportamiento de las sociedades internacionales: la económica, la política y la cultural.

Esfera Económica

En la esfera económica, las naciones realizan, según (Garay S, 1997), un arreglo social para la producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios, bajo propósitos-desafíos colectivos perdurables como el desarrollo sustentable y la preservación del medio ambiente. Esto significa que la globalización contiene unos retos importantes que tienen que ver con la infraestructura de cada nación en el ámbito de la competitividad de sus territorios, de una manera responsable con el medio ambiente, que garantice (o propicie) un ambiente equitativo (o igual) en la apertura de los mercados internacionales. En este sentido, se supone que el gran reto debiera ser, la adecuación, o transformación, de la sociedad, para obtener ventajas competitivas, además de las ventajas comparativas, que eludan una división internacional del trabajo desigual que surge de la naturaleza del comportamiento de la sociedad mundial en donde por inercia (o por ignorancia o corrupción de sus gobernantes) los países de la periferia (aquellos países tercermundistas y en vías de desarrollo) tienden a especializarse en la extracción de materias primas (el camino fácil del crecimiento económico) en vez de esforzarse por el desarrollo de las regiones.

Esfera política

La política en el ámbito de la globalización juega un papel muy importante ya que es a través de la soberanía de los territorios en donde se encuentran las primeras barreras, o filtros, para la apertura de los mercados. Estos filtros debieran propender por unas reglas de juego igualitarias para todos los actores, tanto entrantes como existentes, de tal manera que se genere (y no degenere) desarrollo para la sociedad dentro de los territorios. Así mismo, el estado es la fuente del bienestar o seguridad social de cada una de las personas que componen la nación y en medio de las presiones que se ejercen para la creación de nuevas divisiones internacionales del trabajo, es allí en donde debe generar las condiciones sociales dignas para su integración a una economía mundial

Esfera Cultural

En el ámbito cultural se podría decir que las transformaciones que ha sufrido las sociedades de los países de la periferia se debe al flujo, en un solo sentido (desde los países desarrollados hacia los países en desarrollo o tercermundistas), de símbolos, productos, bienes y servicios que se desarrollan en un mercado global. En este proceso se ven afectadas las sociedades en las dimensiones étnicas, religiosas, tecnológicas, ecológicas, entre otras; modificando hábitos de consumo, comportamiento social, convivencia con el medio ambiente, etc.

TERRITORIO

Extensión de tierra, delimitada geográficamente por unas fronteras naturales o imaginarias, que conglomeran y dispersan diferentes regiones con características propias que comparten dimensiones tecnológicas, culturales, político-institucional y físico ambientales (Bervejillo, 1996) y que en un mundo globalizado como el actual, interactúa en todas las dimensiones anteriormente mencionadas, con el resto del mundo, en un sentido que depende de la posición del territorio frente a la globalización, ya sea un país eje-centro de gravedad o un país de la periferia.

 

DESARROLLO

Para algunas personas el desarrollo es sinónimo de crecimiento económico (ideología neoliberal), para otros, el desarrollo se refiere al desarrollo económico en donde todos los involucrados en el juego generan riqueza y una sensación de bienestar económico. Para otros más revolucionarios como (Sen, 2000), el desarrollo raya además con las libertades al afirmar que “el desarrollo requiere de la eliminación de importantes fuentes de la ausencia de libertad como son: pobreza y tiranía, oportunidades económicas escasas y privaciones sociales sistemática, falta de servicios públicos, intolerancia y sobre actuación de estados represivos.”

CORONAVIRUS

Virus microscópico, con aparente origen chino, nuevo para el sistema inmunológico del ser humano y que actualmente sumerge al mundo entero en una pandemia sin precedentes en la era de la globalización, que está alterando de fondo el funcionamiento de la economía mundial. Paradójicamente, desde lo ambiental, ha sido el organismo con vida más efectivo en la recuperación del medio ambiente global, ya que, al detener la economía mundial, la emisión de gases de efecto invernadero y residuos contaminantes a las fuentes hídrica han disminuido considerablemente y sin precedentes en la historia de la humanidad.

GLOBALIZACIÓN Y TERRITORIO

(Bervejillo, 1996), menciona que la globalización es un único espacio global de interdependencias, flujos y movilidades, que cubre el planeta entero y se superpone al viejo territorio estructurado como un mosaico de continentes, países y regiones. En este espacio se despliega un conjunto de sistemas globales, cuyos componentes funcionan altamente integrados a pesar de la dispersión y la distancia. No obstante, no se puede tomar muy literal esta definición ya que existe una heterogeneidad de las diferentes dimensiones que presenta la globalización: la tecnológica, la económica, la cultural, la político-institucional ideológica y físico ambiental. Estas dimensiones se constituyen como barreras desde lo exógeno y limitaciones desde lo endógeno; amenazas y oportunidades que se presentan en mayor o menor medida dependiendo del nivel de desarrollo preexistente en cada uno de los territorios. Así, de este modo, resultarán ganadores aquellos territorios que centran su visión en el desarrollo basándose en el fortalecimiento de las ventajas competitivas, sin entrar en detrimento de las ventajas comparativas responsables con el medio ambiente.

Es necesario mencionar que, en un mundo globalizado, para que los territorios salgan ganadores, deben cambiar su paradigma de territorio con ventaja comparativa hacia un territorio con ventaja competitiva. Para esto se puede hacer una analogía entre territorio y empresas: Aquellas empresas que se esfuerzan por realizar innovación y lo logran de algún modo, son aquellas empresas que tienen una ventaja competitiva; Con la inserción de la globalización a los territorios, la ventaja comparativa debe pasar a un segundo plano, pues aquellos territorios que insisten en la ventaja comparativa saldrán como perdedores en el proceso de globalización.

En el mismo sentido, (Marín Sanchez, 2016) afirma que El impacto de la dependencia de los recursos naturales (ventajas comparativas) golpea fuertemente otras esferas, en especial la social y la ambiental. En lo social se dispara la desigualdad, ya que las distribuciones de los ingresos obtenidos de la actividad extractiva no se dis­tribuyen en forma equitativa entre la amplia masa de la pobla­ción, sino que se concentra en ciertas élites y beneficia a pocas personas ya que estas actividades contienen poco valor agregado, poco desarrollo industrial, escasa generación de empleo y baja competitividad (todas ventajas competitivas).

Por otro lado, los planes estratégicos de desarrollo tanto nacional, como departamentales y municipales deberían estar alineados de tal forma que se aumente la competitividad y se pueda enfrentar a los retos que trae la globalización. En este sentido (Bervejillo, 1996) afirma que “La globalización también pide una renovación en los métodos y herramientas de las estrategias territoriales. La nueva importancia de la prospectiva territorial, asociada con las prácticas de planificación y gestión estratégica en las que el sujeto es el propio territorio organizado, se inscriben en una gama de respuestas que también incluye políticas de promoción de medios innovadores, orientadas a complementar las trayectorias productiva y sociocultural, y políticas explícitas hacia la formación de redes interterritorios.”.

Parafraseando a (Ospina Bozzi, 2001), lo territorial se vuelve se vuelve determinante para generar competitividad en el marco de la globalización. Además, los gobiernos locales y regionales tienen la capacidad/potestad de mejorar el entorno (que tiene que ver con las condiciones sociales, infraestructura, transporte, servicios públicos, comunicaciones, etc) de sus regiones/localidades para hacer que sus empresas tengan la capacidad de ser competitivas frente a la globalización.

Para finalizar, como caso concreto, y haciendo énfasis en una decisión equivocada de enfocarse hacia las ventajas comparativas, Colombia, al igual que otros países de la región, tuvo una buena bonanza en el inicio del siglo XXI por causa de los buenos precios de los recursos minero-energéticos que se estaban exportando; no obstante no supo invertir en la dirección correcta (industria y desarrollo en otros sectores de la economía) todos estos recursos obtenidos, y tal como lo afirmaba (Marín Sanchez, 2016): “lo que seguramente derivara en serias consecuencias en los nuevos tiempos, cuando el ciclo de precios de materias primas al alza ha comenzado a declinar y la prosperidad vivida en los últimos años amenaza con esfumarse.”, hoy tan solo 4 años después podemos apreciar el gran déficit fiscal que tiene el estado colombiano y el futuro es poco prometedor teniendo en cuenta un presupuesto basado a un precio de barril de petróleo a 60usd cuando la realidad es que se encuentra actualmente entre 20 y 30usd por barril.

GLOBALIZACIÓN Y DESARROLLO

Tomando como referencia a los países de la periferia, como los latinoamericanos, por ejemplo, y más concretamente a Colombia y con el supuesto que la alienación desde lo político, económico y cultural, es en un solo sentido, es decir, desde los países hegemónicos hacia los países tercermundistas y/o en vías de desarrollo. En este sentido (Ospina Bozzi, 2001) afirma que “La clara división del trabajo, con un centro y una periferia, también es rasgo característico del sistema, a pesar de su naturaleza no territorial. El centro suministra capital. La periferia usa el capital. Las reglas del juego están sesgadas en favor del centro.” y al respecto, para el caso de Latinoamérica, (Marín Sanchez, 2016) dice que “América latina ha sido objeto de la aplicación de un Discurso de Desarrollo impuesto desde lo epistémico y no construido desde lo ontológico.” Esto quiere decir que a Latinoamérica se le ha impuesto un modelo de desarrollo basado en la evolución de otros países. Inicialmente en la industrialización copiada de los países industrializados o desarrollados, posteriormente la implementación de políticas neoliberales de reducción del estado, la privatización, la desregularización y flexibilización de los mercados y por último la apertura al libre mercado con otros países con unas condiciones desfavorables que generaron impactos inmensamente negativos para el desarrollo de los pueblos latinoamericanos.

El desarrollo, a nivel macroeconómico, normalmente se mide en términos de crecimiento del PIB y el ingreso per cápita de los habitantes. Esto genera una falsa sensación de desarrollo ya que si se observa a un país como si fuese una caja negra normalmente estaría en permanente crecimiento a nivel general, pero ¿qué sucede cuando se abre esa caja negra?, lo que se observa es la acumulación/concentración de riqueza en unos pocos sectores de la economía y un deterioro de las capacidades adquisitivas de las masas. Dicho en otras palabras, si hay un pollo y 2 personas, pero el pollo se lo come solo una de ellas, en términos estadísticos se habrían comido de a medio pollo, pero la realidad es que solo uno de ellos pudo disfrutar del pollo.

Ni qué decir de las mediciones que realizan los departamentos nacionales de estadísticas colocando unos umbrales absurdos que clasifican a las clases sociales dentro de los países. Parece hasta vulgar la medición y la comparación cuando inflan las cifras de aumento del número de familias en clase media al incluir dentro de esta bolsa a personas que tienen ingresos irrisorios. De esta manera la cifra se ve muy prometedora pero cuando se detalla la problemática interna se data de una realidad muy distinta.

Lo que debiera ser la globalización para todos los países del planeta es todo lo contrario a lo que sucede en el 99% de los casos de los países tercermundistas o en vías de desarrollo. La imposición que la globalización trae a través de la desregularización, la flexibilización de la economía y la nueva división internacional del trabajo ha creado una profunda segregación de la sociedad a nivel mundial. Se ha abierto las puertas a la economía, al flujo de bienes y servicios, tecnologías, entre otras, pero se continúa la restricción del flujo de personas que puedan acceder a las mismas condiciones laborales con que cuentan las personas en los países desarrollados. Pareciera que la globalización ha creado una nueva forma de esclavitud mediante esta nueva división internacional del trabajo y la precarización de las condiciones sociales de los individuos en países pobres.

(Bervejillo, 1996) Afirma que “La globalización puede leerse como una amenaza para el desarrollo de los territorios concretos. Amenaza de consagrar el subdesarrollo, de consolidar la exclusión, o de propiciar un «maldesarrollo» contrario a los intereses de la sociedad local. En particular, la globalización amenaza a las viejas unidades territoriales, países, regiones o ciudades, con inducir la fragmentación, el desmembramiento, la desintegración económica y social. Esta fragmentación es una consecuencia potencial de la diferente inscripción en el sistema global alcanzada por distintas partes del territorio y por distintos sectores sociales.” y la historia reciente los países de la periferia le dan toda la razón, ya que estos, a excepción del grupo que conforman los dragones asiáticos (Taiwan, Hongkong, Singapure y Corea del Sur, basaron sus economías en políticas neoliberales, enfocadas a la generación de riqueza a través de la extracción de materias primas y/o minero energéticas, deteriorando, o más bien subdesarrollando, las ventajas competitivas que el mundo globalizado exige para poder generar desarrollo. Al respecto (Ospina Bozzi, 2001) afirma que “en el caso específico de América Latina, los últimos treinta años muestran el deterioro de las condiciones y calidad de vida de una gran proporción de personas, así como el aumento en la desigualdad social.”

En este mismo sentido (Marín Sanchez, 2016), dice que “El impacto de la dependencia de los recursos naturales golpea fuertemente otras esferas, en especial la social y la ambiental. En lo social se dispara la desigualdad, ya que las distribuciones de los ingresos obtenidos de la actividad extractiva no se dis­tribuyen en forma equitativa entre la amplia masa de la pobla­ción, sino que se concentra en ciertas élites y beneficia a pocas personas ya que estas actividades contienen poco valor agregado, poco desarrollo industrial, escasa generación de empleo y baja competitividad.”

GLOBALIZACIÓN Y CORONAVIRUS

(Ospina Bozzi, 2001) afirma que “Curiosamente -quizás por no tratarse de imperio territorial como fueron otros en el pasado, y porque no posee aún demasiadas estructuras formales- los «súbditos» -esto es, los habitantes del planeta- no reconocen estar sometidos a sus fuerzas invisibles.” ¿qué tiene que ver la afirmación anterior con el coronavirus? La implantación de políticas neoliberales, reduccionistas del estado, desregularizadoras y flexibiladoras de la economía, que han implementado una nueva división internacional del trabajo en la cual pareciera que la estrategia es crear necesidad y sumir a la población en esclavitud permanente de tal forma que persista en la eternidad como base en la estructura de la riqueza mundial acaparada en unas pocas potencias,  han debilitado las capacidades de generación interna de riqueza a través de la creación de ventajas competitivas y al mismo tiempo ha convertido a las naciones pobres en dependientes de la exportación de las materias primas y minero-energéticas creando una vulnerabilidad enorme ante los cambios macroeconómicos de la economía mundial.

El riesgo, ineludible, constante y quién sabe por cuántas décadas o siglos más, de esta profunda dependencia de los lazos económicos extractivistas hacen que las economías tercermundistas tiemblen ante cualquier movimiento de aspecto político, económico o ambiental de las grandes potencias y grandes consumidores en el mundo como China, India, Estados Unidos, Canadá, las potencias petroleras de oriente medio, Rusia y los gigantes europeos, entre otros. Para no ir tan lejos en la historia reciente, se aprecia cómo el simple desacuerdo/acuerdo entre países potencias en la extracción de petróleo como Arabia Saudita, Rusia y estados unidos en la alteración de la producción modifica drásticamente los ingresos de dinero, normalmente en dólares, en los países del tercer mundo que han basado sus economías en la extracción de petróleo, si estos países potencia aumentan producción suben la oferta y cae el precio del crudo disminuyendo el ingreso, si por el contrario disminuyen la producción se disminuye la oferta y el precio del crudo aumenta incrementando los ingresos de las naciones.

Por otro lado, le relación global de las economías se ve afectada por cualquier alteración en el consumo de los grandes países como la India, la China, Japón, Estados Unidos, entre otros. Y es aquí en donde comenzó a jugar un papel muy importante la aparición del coronavirus en china inicialmente. Ante la contracción de gran parte de la economía, desde finales del año 2019, por las restricciones que el gobierno chino impuso por causa la epidemia (en ese entonces) obligó a miles de fábricas a frenar la producción, de esta manera se disminuyó la demanda de materias primas y de petróleo haciendo que los precios del petróleo y de muchas otras materias cayera drásticamente, para inicios del presente año se veía con mucha preocupación un barril de petróleo tasado en 45usd cuando la mayoría de las naciones habían hecho sus presupuestos basados en un precio promedio de 60usd por barril. Al respecto (Montenegro, 2020) afirma que “Cuando la producción china se redujo, en forma paralela cayeron sus necesidades de materias primas, lo que creó excesos de oferta de petróleo y otros commodities en los mercados. Y los precios de estos bienes, como lo hemos apreciado en estas semanas, sufrieron fuertes reducciones.”

Actualmente, y desde la extensión de la cuarentena a nivel mundial, la economía global se detuvo en un alto porcentaje, los precios del petróleo han alcanzado a unos 17.9usd por barril, apenas a un tercio de lo que se presupuestaba en naciones como Colombia lo cual traerá grandes consecuencias en el fisco de la nación. Al respecto (Sastoque & Culma, 2020) afirman que “el efecto del virus sobre el precio del dólar en Colombia tiene una relación directa con el precio del petróleo, que es nuestra exportación estrella.”. La caída en la demanda del crudo tiene impacto directo por la disminución en el ingreso de dólares al país y por otro lado la fuga de los capitales de riesgo, por parte de los grandes inversionistas, hacia otros países desarrollados con riesgos menores que el del mercado colombiano.

Lo que está sucediendo hoy en día con la economía mundial deja al desnudo la equivocación de las decisiones de forma y fondo que se tomaron desde que se inició la implementación de las políticas neoliberales que crearon estos fuertes vínculos dependientitas y basados exclusivamente en la generación de riqueza en las ventajas comparativas mediante la extracción de materias primas y deteriorando la calidad del talento humano de los habitantes de las naciones. Ante esto y para el caso colombiano (Sastoque & Culma, 2020) afirma que “Es claro que Colombia depende del precio del petróleo. De modo que si el país, o sus dirigentes, deciden evitar estos choques, deben optar por políticas que permitan diversificar su portafolio de producción.” Sugiriendo claramente que es el momento de emprender un camino distinto, basado en otras estrategias de generación de riqueza y desarrollo a través de la creación de ventajas competitivas del territorio.

Según el diario (El Tiempo, 2020) “Literal y trágicamente, China está estornudando, y buena parte del mundo está conteniendo la respiración.”, esto lo decía apenas hace un mes. Hoy en día podemos decir que, “Literal y trágicamente, China estornudó y enfermó a la economía mundial”

CONCLUSIONES

Los países tercermundistas a través de sus líderes realizaron negociaciones corruptas, amañadas, que redujeron la capacidad de acción del estado frente a las acciones de las grandes multinacionales.

La nueva división internacional del trabajo que trajo la globalización a convertido a los países tercermundistas en esclavos de los países del primer mundo.

La visión de desarrollo de nuestros países está equivocada. Debieran mirar más hacia las libertades de las que habla (Sen, 2000) y fortalecer las ventajas competitivas sin detrimento de las ventajas comparativas responsables con el medio ambiente y planificar estas estrategias de desarrollo basándose más desde lo Ontológico  y no desde lo Epistémico (Marín Sanchez, 2016)

Nuestros territorios se han convertido en despensas de las grandes potencias y nuestros gobernantes en simples vendedores al mejor postor de nuestras materias primas, olvidándose por completo de la sociedad interna.

La fuerte dependencia de la extracción del petróleo, carbón y otras materias primas en los países subdesarrollados como Colombia tiene en jaque a estas economías a causa del pánico generado por el coronarivus. La crisis se avizora muy profunda. Sin precedentes en nuestra historia reciente.

Referencias

Barbosa, F. (25 de FEBRERO de 2020). De Tambora a Wuhan. A MANO ALZADA.

Bervejillo, F. (1996). Territorios en la globalización: cambio global y estrategias de desarrollo territorial. ILPES, Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social. Uruguay: ILPES.

Botero, C. M. (2020). Petroleo: ¿Se acerca la tormenta perfecta?

Cárdenas Santamaría, M. (06 de 03 de 2020). Coronavirus y Economía.

El Tiempo, E. (22 de Febrero de 2020). El tiempo. Obtenido de https://www.eltiempo.com/opinion/editorial/el-virus-versus-la-globalizacion-editorial-de-el-tiempo-465156

Garay S, L. J. (1997). ENTORNO A LAS RELACIONES INTERNACIONALES Y LA GLOBALIZACIÓN UNA SINTESIS ANALÍTICA REFLEXIVA. Análisis Político, 23-42.

Kalmanovitz, S. (13 de Enero de 2020). El panorama sombrío de la economía global.

Marín Sanchez, J. C. (2016). Geopolítica y estrategia de desarrollo en américa latina. Revista Virtus, 29-45.

Montenegro, A. (1 de Marzo de 2020). El virus en la economía.

Ospina Bozzi, S. M. (2001). Globalización y desarrollo local: hacia una perspectiva municipalista.

Sastoque, E., & Culma, A. (2020). Coronavirus: una amenaza a la economía colombiana. Razón Pública y Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia.

Sen, A. (2000). El desarrollo como libertad. Gaceta Ecológica, 14-20.

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